La actividad física y la práctica deportiva traen consigo un sin número de beneficios para la salud y el bienestar físico y psicosocial de las personas sin embargo es también fuente de lesiones que exigen un diagnóstico correcto, un tratamiento preciso y adecuado además de una recuperación completa en los deportistas aficionados pero especialmente, en los profesionales.
El incremento de las lesiones corre paralelo al aumento de la práctica; se empieza a hacer deporte a edades tempranas y se prolonga su práctica hasta edades avanzadas.